Traspié mafioso

Realmente una lástima que la moneda, después de tanto girar en el aire, haya caído finalmente en seca, cuando ya habíamos elegido cara. Hubo mucho de suerte en la definición del partido frente a Los Muyayos; ningún resultado hubiera sido justo, ni injusto, porque el sábado Cosa Nostra se enfrentó ante un muy buen equipo, y jugó bien, lo mismo que el rival, y en el afán de siempre ir hacia adelante, el resultado fue cambiante para los dos, y nadie podrá saber si con tan sólo 1 minuto más de juego, la moneda no caía en cara, y la suerte nos hacía un guiño.

Pero fue seca y fue 4-5 abajo. Se levantó una temprana desventaja, pero no se la supo mantener, y en los minutos finales nos empataron, y nos ganaron. La ausencia del 5 significó, como siempre que las lesiones lo guardan, una merma de calidad futbolística, aunque más importante esta vez, significó no adaptar el esquema de juego al ponernos en ventaja. Con un par de gritos quizá hubiésemos cerrado mejor el juego y encontrado la victoria. Tarde caímos en cuenta del error.

Hubo buenas noticias, como la vuelta de Nico, que fue vuelta con gol, como acostumbra; ahora resta esperar que, como acostumbra, no se vuelva a lesionar... Buenas noticias también fueron la cantidad de situaciones generadas, Cosa Nostra es un equipo que llega, aunque los delanteros mafiosos no estuvieron tan filosos esta vez y se encontraron además con un arquero que fue la figura de la cancha.

Si ayer nos tocó ganar por 1ra vez en Parque Norte, hoy nos toca perder por 1ra vez en la cancha donde mejor sabemos jugar, donde jugamos de local. La derrota duele porque quizá no la merecimos, y porque se dio sobre el final, y porque hasta el palo se nos alió en contra; sin embargo, no nos debería doler tanto, porque estamos bien armados y porque jugando así vamos a ganar mucho más de lo que vamos a perder. Y de todo se aprende, además. Y por nada del mundo debemos agachar cabeza, sobre todo.

Cosa Nostra ya se prepara para la reconquista de la punta. Con algunos soldados en veremos, con heridas que ya están cicatrizando, gli mafiosi salen a la cancha y por las dudas vuelven a lanzar la moneda al aire, esperando que, en la 5ta, la diferencia la marque su fútbol-mafia, y no los caprichos de la suerte.

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