Metegolentra

Esta vez la lluvia fue de goles... En un encuentro que pareció cualquier cosa salvo un partido de fútbol, Cosa Nostra se cansó de hacerle goles a Rompediscotecas así como también se cansó de ir a buscarla a la red. 21 tantos en tan sólo 50 minutos hablan claramente de una tarde donde los delanteros estuvieron filosos y los arqueros y las defensas se tomaron el fin de semana largo...

Importantísimo fue haber ganado y meter 5 de diferencia, de a ratos con muy buen fútbol, de a ratos desordenados. Esta victoria vale el 45 % de la promoción, ahora resta la última fecha ante Otto, el otro 45%, y terminar el puchito que queda ante La Marina, con tres de ventaja y 16' por jugar, para por fin quedar 100% promocionados, si no fallan los cálculos en este torneo sumamente parejo.
Por momentos el equipo mostró sus pergaminos y se afianzó en el campo de la mano de los mafiosos más virtuosos, lindas combinaciones, paredes, desbordes, apiladas, sablazos y golazos. En los primeros minutos Cosa Nostra parecía realmente estar en camino a hacerle 13 o más goles al rival, tal como finalmente sucedió, aunque pocos pronosticaban que el equipo le daría vía libre a Rompediscotecas a tal punto de dejarlo achicar en un momento la ventaja a dos. En el show del desorden, hubo minutos en que se marcó mal, se sufrió un gol en contra y se pasparon moscas en el arco, todas delicias que por suerte quedarán en el anecdotario, porque La Cosa ganó y gritó bien fuerte que se merece la chance del ascenso ya.

El partido fue así, a veces concentrados en el juego, a veces con la cabeza todavía en Gualeguaychú, donde Cosa Nostra realizó una atípica concentración para el partido. Bajo las órdenes del preparador físico Globex, y bajo la estricta dieta naturista del herborista Bebe, el equipo se entrenó en playitas, barzuchos y boliches de Gualeguaychú, preparándose más para una noche en el corsódromo que para el partido ante Rompediscos.

Vuelta a la tarde de Área Chica, muy buena noticia fue el regreso al gol de Lucas así como la feroz competencia entre Luki y Ale por quedar como máximo goleador mafioso. Nico, que esta vez en la ruleta de las lesiones le tocó uñas encarnadas, vino pero no pudo pasear su fútbol y se guardó para la última ante Otto, mientras que el resto dijo presente pese al calor agobiante que reclamaba pileta y daikiri, y colaboró con una victoria justa aunque extraña, pero que significa un par de pasos más hacia el cuadrangular de la promo, lugar del cual Cosa no debe bajar.

Fin por ahora; en este maldito diciembre, caluroso, saqueador de bolsillos y aglutinador de familiares, gli mafiosi están sudando gordo la camiseta para subirse al tren de la promo que los lleve a la A, y hoy ya queda una estación menos.

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Vitto Loco

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